Ayer noche. Fiesta en casa de unos amigos. Me llama la atención –no es que me importe, au contraire- que la mayoría de los presentes –y también los ausentes, sic- son gays. Música dance, pop de los 80 –mis padres estarían encantados- y exposición incluida de Arturo, que estudia Bellas Artes y ha dibujado desnudos de gran parte de los invitados. Un amigo del messenger diría que todo es muy cool, pero lo cierto es que me sentí muy bien al ver a tanta gente conocida allí. Tal vez no son todos amigos-amigos, pensé, pero la mayoría sí son gente de la que te puedes fiar, de la que te echaría un cable si lo pidieses...
Escena Zero: La más tierna declaración de amor jamás vivida (extracto).
-Rose, soy muy desgraciado, ¿lo sabías?
-¿Por qué dices esas cosas?
-Porque soy el único hombre gay del mundo que vive enamorado de una chica heterosexual...
-Ja, ja... ¿de quién, bobo?
-No me digas bobo, Rose. Sabes que me estoy refiriendo a ti, que te quiero más que a nada en el mundo, incluidos todos esos imbéciles con los que me he acostado...
(Abrazos, besos, lágrimas.)
-Cariño, no me digas esas cosas... últimamente estoy un poco débil.
Él coge un pañuelo, limpia las lágrimas de la chica y besa sus párpados. Luego la mira y sonríe.
-Cásate conmigo, Rose. Te trataré como a una reina. Seremos dos reinas en la cima del mundo.
(Telón)
12 janvier 2005
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire