Me voy viendo mayor y pienso: qué pocas ganas tengo de dejar de ser niña, de volver a sentarme frente a esta pantalla de blog y escribir a diario, como tiempo atrás, si es que alguna vez he sido yo la que lo he hecho (¿viví en Madrid en ésta o en otra vida?). Me voy viendo mayor y lo noto en que las fotos de antes me hacían mayor, pero ahora ya no me hacen: lo veo, simplemente, incluso en los retoques de Monique en su photoshop. Me voy viendo mayor y en realidad no lo soy, ni siquiera un cuarto de siglo, la mitad que el joven de mi padre, pero más tranquilo, más humano, menos perdido, menos persiguiendo sombras agridulces en los conciertos de El Perro del Mar.
Escríbeme, seas quien seas.
Escríbeme, seas quien seas.
3 commentaires:
hola como estas? que bueno esta lo que escribiste
Besosss
Hola
Imagino que lo nuevo que hago no te hace tanta gracia, pero bueno, ahí está, con su pequeño homenaje a tu blog.
la unica constante es el cambio...y el tiempo, y la nieve de chocolate. cuidate.
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