Oxímoron

Me gusta venir a Starbucks de vez en cuando. Me gusta que la gente se siente en donde haya lugar, que las mesas acaben llenas con parejas que no se conocen y grupos aleatorios, ésos dos junto a la ventana ¿son esposos que no se hablan? ¿o simplemente eran los únicos lugares vacíos? Él lee una revista que parece escrita en holandés, pero veo una fotografía de París, una que se parece a una que me hizo Monique el verano pasado, días antes de darnos el trastazo con el coche, la torre Eiffel al fondo, así en plan modelo... ella mira hacia lo que describiría como el horizonte bajo. Hacia el suelo pero not really, hacia la nada. De vez en cuando con la punta de un Kleenex se enjuga una lágrima sin dejarla que corra. La señora está triste, evidentemente, ¿qué tendrá la señora? Los suspiros escapan... etc.

Leo algunas New Yorker viejas, en las Pop Notes de una hay una nota que pone muy bien un E.P. de los Babyshambles y comienza diciendo: "El músico londinense Peter Doherty ha interrumpido una serie de arrestos para sacar un E.P...."

Todos los clientes de un Strbcks en París tienen una peculiaridad (es por eso que vienen aquí), algo extraño que los hace preferir tazas grandes y un ambiente sin humo. La mayoría son extranjeros del norte. El norte del mundo, como es bien sabido, prefiere las tazas grandes de café con leche (con las que acompañan la comida y no el desayuno) y los ambientes sin humo. Otra parte de la clientela es francesa, la minoría, modernos franceses (un oxímoron en soi) para ser exactos. Del tipo de moderno que cree que Starbucks es cool y no simplemente el McDonald's del café.

En el New Yorker se alaban las bondades de MySpace. A mi me encanta descubrir grupos en MySpace, que no se me mal interprete, me parece que facilita la labor que había hecho durante años con la ayuda de Q, Mojo, The Wire... Pero la verdad es que en MySpace paso el mínimo tiempo posible. Escucho la canción, si me gusta la bajo y adiós. ¡Vaya sitio más difícil de navegar! Mal diseñado, y cargado de información que no le interesa absolutamente a nadie. Yo estoy por la sobriedad.

El Strbcks de mi barrio está siempre lleno de gays, casi siempre extranjeros. Empiezo a sospechar que es un lugar conocido de ligue gay y yo sin enterarme.

El holandés de la revista se ha ido y la señora triste se queda, ahora mira hacia el horizonte medio y me pregunto si se estará animando. La chica que limpia le interrumpe la melancolía con su trapo de limpiar y la señora tiene que hacer como que ella está aquí para algo más que para estar triste en un ambiente sin humo, suspira muy hondo, se recompone, saca un folleto del bolso y lo lee.

Aquí también compran los periódicos internacionales pero siempre los tiene algún ídem. Encuentro el Monde de ayer. Siempre acabo leyendo el de ayer que en realidad es el de hoy. Como me agobia el Monde. En las esquelas, entre Madame Henekinne y Monsieur Bokanowski:

Jean BAUDRILLARD
est décédé le 30/03/2007
il avait soixante-dix-sept ans

Il sera inhumé au cimetière du Montparnasse
3, boulevard Edgar Quinet, Paris 14e,
le 01/04/2007, à 10 heures.

La señora triste se levanta se pone el abrigo, mira hacia el horizonte a mi nivel y me ve sin verme, luego sale y se va.