10 mai 2006

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Madrid, navidad de 2004: parece que hace un siglo, pero está ahí, en la penúltima esquina doblada. Él acababa de saber que tenía VIH, pasaba las noches durmiendo en mi cama, me preparaba zumo de naranja y tostadas mientras me duchaba para ir a la escuela, oíamos juntos canciones de April March y Dominique A, cambiábamos de ánimo cien veces al día e íbamos al cine para enajenarnos un rato de nuestras/sus preocupaciones.
Pasamos juntos la nochebuena, me maquillaba y me hacía fotos, nos emborrachamos con ron cubano y fumamos marihuana... después llegaron mejores noticias para él y peores para mí. Ahora los dos somos felices, él en Madrid, yo en París, pero seguimos siendo como aquellos novios que en tiempos se carteaban todas las semanas y que hacían cola una vez al mes para hablar por teléfono desde la cabina del barrio.
Feliz cumpleaños, Pedro. Te quiero.

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