08 février 2006

Palabras

El eros siempre está dentro, como las semillas de las sandías, como la única respuesta a mil preguntas.
El deseo es un tubo de ensayo, una marmita de artillería emocional, la pluma que acaricia la nariz... frágil, de consecuencia demoledora.
El ansia nace con la sed, y la fatiga, con las ganas fuera de control.
Por tanto, es absurdo que me hables de amor.

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