Gnossienne

Soy la última en subir las escaleras del metro: ahí me encontrarás, madrugando para no correr, dejándome conquistar por las calles para evitar el pulso acelerado, espaciando los apuntes de la agenda, abandonándome a los olores y las miradas que me llegan del mundo exterior porque la prisa es la peor enemiga de la vida interior.
En mi trabajo, he comprobado que nadie prefiere un café inmediato a un café donde las palabras sean como las magdalenas, como el azucarillo impregnado por Julie en Bleu: sólido absorbiendo líquido en vez de sólido lanzado a la infusión. Tal vez esa sea la diferencia entre un lugar para la tertulia y un lugar para desayunar antes de empezar la mañana o la jornada de tarde, y tal vez por eso mi jefe diga frecuentemente que quien quiera un espresso que se vaya al segafredo más cercano. Así que ahí también podrás verme, ordenando la taza y el croissant con mermelada de arándanos frente a Georges, pidiéndole opinión sobre Saramago mientras vierto sus tres gotas de leche sobre su té de manzana turco, cuadriculando los vasos y las cucharillas y las servilletas para ofrecer mi particular homenaje a la bandeja perfecta, caminando por entre las mesas como una gnosienne.

Guest Star: Rufus Wainwright, The One Yoy Love.