A las 7,45 de la mañana hace un grado bajo cero en el jardín público Albert Tournaire, en el distrito 12 París. Las pocas briznas de hierba están heladas. Los indigentes se despiertan. Uno de ellos, Thierry, fue conductor de autobuses en Marsella, pero perdió su trabajo en 2001; aterrizó allí después de pasar por la recolección de uvas y por un montón de trabajos temporales e irregulares. Después de varios meses debajo del puente del Arsenal, Thierry encontró este refugio para él, un amigo y sus dos perros. Su “espacio” ocupa 10 metros cuadrados: una tabla cubierta con un mantel, un estante hecho con placas y cristales, una estufa, linternas colgadas en el techo arqueado y "un colchón para dos". La pieza es exigua pero "limpia". Thierry dice estar allí a la espera de encontrar un empleo rápidamente. Según los agentes de la Unidad de Ayuda a la Gente Sin Hogar que cubre este distrito, los sin techo son cada vez más numerosos en la periferia de París. En un año, el aumento ha sido del 85 por ciento.
01 février 2006
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
1 commentaire:
Es muy triste la situacion de los indigentes en el mundo. Muchos de ellos son gente con enfermedades psiquiatricas que han simplemente sido abandonados a su suerte. Creo que el cancer de las sociedades occidentales es precisamente el abandono que nuestros enfermos y ancianos sufren (muchos de ellos ni~os...). Muy bonita pagina, lindas imagenes, felicitaciones.
Enregistrer un commentaire