Cuando mis padres me llevaron a analizar mi capacidad intelectual, el especialista les dijo: “miren ustedes, su hija no sirve para los números, pero es capaz de memorizar, con un margen de error mínimo, el setenta por ciento de una hoja escrita en letra de máquina de escribir Olivetti, después de leerla una sola vez”. También les dijo que ese don lo tuvo Kennedy.
Como no sirvo para los números, ignoro si la afirmación era cierta en ese porcentaje o no, ni si lo sigue siendo ahora. Lo único que sé es que hay muchas cosas que aún hoy permanecen grabadas en mi recuerdo y que deberían haber desaparecido. Y que no hay nada más inútil que conservar enseres de hoja caduca, sin que la ventolera del tiempo haya sido capaz de arrastrarlos a lugares olvidados.
Como no sirvo para los números, ignoro si la afirmación era cierta en ese porcentaje o no, ni si lo sigue siendo ahora. Lo único que sé es que hay muchas cosas que aún hoy permanecen grabadas en mi recuerdo y que deberían haber desaparecido. Y que no hay nada más inútil que conservar enseres de hoja caduca, sin que la ventolera del tiempo haya sido capaz de arrastrarlos a lugares olvidados.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire