La friterie de l'avenue du Parc

Después de haber oído hablar de este sitio en un periódico belga, claro está, sentí curiosidad por ver si realmente se parecía o no a lo que tenemos en Madrid y, por lo que sé, en casi toda España. Y bueno, no es lo mismo, pero sí supongo que debe ser lo más parecido que pueda existir en esta ciudad fría y más aburrida de lo que yo estaba acostumbrada a vivir. Parecidas situaciones y, desde luego, mismos incovenientes para los habitantes de la zona: que si hay demasiada basura por las calles, que si el ruido, que si coches en doble fila, etc. Pero lo cierto es que tampoco es para tanto: la policía está siempre merodeando, casi tanto o más que el servicio de limpieza, y no se puede comparar a lo que en nuestro país entendemos por botellón, ni mucho menos. Lo que ocurre es que aquí no están acostumbrados.
Además, es el lugar ideal para conocer el famoseo de Bruselas. Por ejemplo, anoche, mientras me llevaba al estómago una “grande frite”, pude ver a Masha, que se pasea desnuda estos días por Rogier.