
-Primero tienes ambición, luego viene el vértigo. Empiezas disfrutando de tu autoestima, del dinero que vas acumulando, de los gastos que puedes realizar sin mirar cuánto te queda en el bolsillo, la visa oro, el BMW... pero luego, cuando tienes todo eso, cuando te sientes lleno, un buen día se va la euforia y te llega el pequeño vacío, y más tarde ese vacío se va ensanchando, hasta que te das cuenta de que lo material no es suficiente. Entonces, cuando el vacío es mayor que el lleno, es cuando asoma el vértigo.
Remuevo el azúcar en el café, pero, al mismo tiempo, también doy vueltas a sus palabras, intento diluirlas.
-¿Y qué me quieres decir con eso?
Sonríe de una forma inesperada, como si fuese una sonrisa en forma de pregunta, como si le hubiese sorprendido mi pregunta.
-¿Tú eres ambiciosa?
-No con el dinero. Pero eso ya lo sabes.
-Lo sé -me responde- y eso te dignifica.
Pongo mi mano sobre la suya. Está fría.
-Olvida esa dignidad, no me corresponde ese premio. Hablo de ti, de a dónde quieres llegar contándome eso.
Vuelve a sonreír, contrariado.
-No sé muy bien, sólo pensaba en voz alta. Ahora tú te irás, empezarás casi una nueva vida, espero que te sirva de algo lo que te he dicho. Sólo eso, tal vez.
Cita del día: Aquel que quiere permanentemente "llegar más alto" tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo. ¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué también nos da vértigo en un mirador provisto de una valla segura? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados. Milan Kundera. La insoportable levedad del ser.
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