Fin de semana agotador. Visitas a Arco, exposición de los expresionistas alemanes en el Thyssen, media tarde en la FNAC (Portonovo, Lali Puna y Astrud, yo-yo todomepareceunamierda incluido), techno session en casa de Antonio, copas por la Puerta del Sol (nada ha cambiado allí, ordinary boys, ordinary girls, snif), paseos por el Retiro y cervezas de mediodía en el Rastro, blah blah café, pensión llena de cubanos, frase "No me asusta la amenaza de la miseria" pintada en la puerta de un armario desvencijado, risas en el sex-no-sex...
...Y sorpresas del lunes. Comida de despedida con los compañeros y compañeras del despacho, alguna lágrima tierna de mi jefe, abrazos y besos mezclados con alcohol, humo por las calles y ganas de ir en bicicleta. Qué vida tan extraña, tan llena de matices, tan agridulce.
15 février 2005
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