12 juin 2006

Madrid no ha cambiado demasiado. Es una frase típica, sin connotaciones, lo mismo vale para lo bueno que para lo malo, así que dejémoslo estar.
Nos quedamos en el hotel Rafael Atocha, muy cerca de la estación, donde el sábado hubo una especie de convención organizada por Izquierda Unida. Allí, casualidades again, pude saludar a viejos amigos, antes de partir para el aeropuerto. Sé que a la mayoría, los que vienen de Andalucía o Euskadi, será casi imposible volver a verlos, pero eso es algo de lo que no te das cuenta, de lo que no tienes certeza cuando sucede.
Por lo demás, calor. Y un poco de tristeza, quizá por la sensación de decir un adiós más grande que otras veces, y más lejano en el tiempo... quizá por la sensación de hallarme mirando desde todo lo alto de mí misma, despidiéndome de un pasado que, aunque siempre vuelva, ya no existe.
P.D.: Pensando en ello, también pensé en este blog, que conserva a la vista sólo los últimos quince post, dejando el resto reservado sólo para mí... qué curioso, ver como caen las palabras del tiempo, hasta desaparecer.

1 commentaire:

Incensurable a dit…

Preciosa la postdata, blogs "efímeros" como los tuyos, son tan de vanguardia como el arte.