20 octobre 2005

Divina estás

No entiendo por qué las chicas van de divinas por la vida y luego, a las primeras de cambio, se suben la minifalda para ocultar lo que se supone que deben mostrar al ponerse la prenda. Ese ramalazo judeocristiano me sirve, no obstante, para recordar lo lejos que estamos de la igualdad: por parte de nosotras (ellas), que guardamos los pudores como monjas, y por parte de los chicos, que siguen creyéndonos putas si nos acostamos con quien nos da la gana, por puro placer, mientras que ellos son gigolós si hacen eso mismo con las chicas. E hipócritas, además, porque ninguno lo reconoce delante de una chica (algunos sí: al menos son sinceros), pero luego, en sus troupes, en su salsa seminal, entonces...
Conste que soy enemiga de generalizar. Ni todos son como digo, ni todas tampoco. Pero el patio no está para algarabías. Ni tan siquiera en los ambientes cool, donde me muevo ahora por mi trabajo... qué desilusión.

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