27 septembre 2005

Message in a bottle

Tal vez Ud. ya haya oído hablar del Efecto Mozart, expresión que se refiere al poder, transformador de la música de Mozart y sus efectos en la salud, educación y bienestar, especialmente de los niños.
Recientemente los especialistas hicieron nuevas investigaciones; he aquí los resultados:
EFECTO PAGANINI: El niño habla muy rápido y con palabras extravagantes, pero nunca dice nada importante.
EFECTO BRUCKNER: El niño habla muy lento, se repite con frecuencia y adquiere reputación de profundidad.
EFECTO WAGNER: El niño se torna megalómano. Es posible que termine casándose con su hermana.
EFECTO BEETHOVEN: El niño padece de ataques de ira repentina, depresión y se hace el sordo cuando le hablan.
EFECTO MAHLER: El niño grita sin parar a todo pulmón durante varias horas diciendo que se va a morir.
EFECTO SCHOENBERG: el niño nunca repite una palabra antes de usar todas las otras de su vocabulario. A veces habla al revés y con el tiempo la gente le deja de poner atención. El niño opina que esto se debe a la incapacidad de la gente de entenderlo.
EFECTO BOULEZ: el niño balbucea bobadas todo el tiempo. Después de un tiempo, a la gente ya no le parece gracioso; sin embargo poco importa, pues sus amiguitos creen que es un genio.
EFECTO IVES: el niño desarrolla una habilidad fenomenal para mantener varias conversaciones al mismo tiempo.
EFECTO PHILLIP GLASS: el niño acostumbra decir lo mismo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... con minimas diferencias que nadie nota.
EFECTO STRAVINSKY: el niño tiene una tendencia pronunciada a explosiones de temperamento salvaje, estridente y blasfemo, que frecuentemente causan escándalos en el jardín infantil.
EFECTO STOCKHAUSEN: el niño aprecia en cada ataque terrorista una obra de arte.
EFECTO BRAHMS: el niño habla con una gramática y un vocabulario maravillosos siempre que sus frases contengan múltiplos de 3 (3, 6, 9 palabras, etc.)... Sin embargo, sus frases de 4 o 8 palabras resultan bobas y poco inspiradas.
Y claro, el EFECTO JOHN CAGE: el niño no habla nada durante 4 minutos y 33 segundos. Es el niño preferido de 9 de cada 10 profesores.

Aucun commentaire: