"Decimos que queremos cambiar de vida, pero lo normal es que hablemos de dejar de fumar, perder unos kilos, practicar algún deporte o retomar los estudios que dejamos cuando nunca debimos hacerlo. Pero suele ser la vida, y no quien carga con ella, la que resuelve transformarnos de verdad, y jamás en la fecha y forma previstas".
"La soledad de un hogar hecho para la convivencia, el lavavajillas con dos tazas, la sonrisa de la hora del almuerzo o los cumpleaños marcados en el calendario es delatora, porque es imposible encerrarla en un cuarto bajo llave sin evitar que se escape por las rendijas de la puerta, cuando menos te lo esperas, abriendo el frigorífico o peinándote en el cuarto de baño".
"Después de mucho tiempo, acabé comprendiendo que mi mujer había sido la única realista de los dos. Se puede mantener eternamente una relación sin amor, pero romperla por ese motivo es una frivolidad de los tiempos modernos, un sacrilegio que vuelve culpable a quien lo esgrime y absuelve a la otra parte, la ultrajada por semejante perversión. Reconozco que pregunté si había alguien más, otra persona, cuando ella dijo que me dejaba porque ya no sentía nada por mí".
13 septembre 2005
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