21 février 2005

New life, new born, new make-up



Adiós, Madrid. Bonjour, Bruxelles. There is a light that never goes out.

Nada más bajar del avión, Claude me recibe con el mismo aire funcionarial que luego he visto por todas partes, desde el conserje del edificio en que voy a trabajar hasta el taxista, el vendedor de periódicos o el portero de mi nueva existencia hogareña. Supongo que parte de la culpa la tienen los clichés que circulan sobre esta ciudad. A diferencia de lo que ocurre en España, los funcionarios de aquí no tienen fama de vagos, sino más bien de estirados, perfeccionistas y muy burócratas. Es lo que me he encontrado hasta ahora, apenas unos minutos por la calle y todo el resto en la oficina, desde donde escribo este pequeño retal. Sospecho que tendré que acostumbrarme a hacerlo así, a borbotones.

2 commentaires:

Anonyme a dit…

Good luck! para ti en tu nueva vida en Bruselas, no sabes quien soy, pero si te digo que estoy en Göttingen....
espero volver algun dia a hablar contigo....y contarte alguna de las reinvindicaciones del SOC en mi pueblo...

Anonyme a dit…

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